El hecho de que popularmente se les llamase a los fotógrafos retratistas era algo más que una metonimia. No solo era el tipo de imágenes que más realizaban los fotógrafos profesionales, sino que eran a las que les daban mayor importancia y las que cumplían una función social más relevante.
Esta obra comprende los retratos realizados por Ramón Caamaño en las localidades de Costa da Morte, entre finales de los años veinte y finales de los cuarenta de la pasada centuria. Aunque no responden a un proyecto de investigación artístico y a pesar de sus limitaciones técnicas, se presentan como fragmentos de historias que tienen su origen en determinadas ceremonias sociales, convirtiendo el paso por el estudio del fotógrafo en una especie de ritual iniciático, para dejar patente un acontecimiento o posibilitar la ilusión de una presencia en América que mantuviese los nexos familiares.
Encuadernación en cartoné, 95 páginas, ilustraciones, fotografías en bitono, 22,5 x 16 cm