En 1817 la creación del Gran Premio de Roma de Paisaje Histórico motivó en gran medida que centenares de pintores paisajistas y animalistas se desplazasen a Barbizón y otras poblaciones próximas en el bosque de Fontainebleau (a unos 50 km al sur de París) para pintar en contacto directo con el medio natural. Alumnos de la Escuela de Bellas Artes de París repartieron su tiempo entre sus estudios en la capital en invierno y Barbizón desde comienzos de la primavera a finales del otoño. A partir de 1848 Théodore Rousseau y Jean François Millet se instalaron definitivamente en Barbizón, lo que atrajo a muchos jóvenes pintores deseosos de aprender de ellos. La escuela de Barbizón, tal y como la denominó el historiador inglés David Croal Thompson, tuvo una importante influencia en el movimiento impresionista posterior.
Textos: Marisa Oropesa, Marie Thérèse Gazeau-Caille.
95 páginas, ilustraciones, fotografías en color, 29 x 24 cm